El elenco Millonario lo ganaba desde el inicio de juego, pero el Verdao reaccionó en el complemento, lo dio vuelta y se quedó con la serie por 5 a 2 tras el 3 a 1 en la vuelta
El sueño de River duró tan solo un tiempo en Brasil. Fue derrota 3 a 1 ante Palmeiras y eliminación en cuartos de final de la Copa Libertadores. En semis, los paulistas esperan por el vencedor de Liga de Quito (2) y San Pablo, su clásico rival, que jugarán la revancha este jueves en Brasil desde las 19.
«Cuando baja el nivel de atención, lo pagás caro», lanzó Marcelo Gallardo en la conferencia de prensa post partido, claramente ofuscado con cómo sus dirigidos cerraron el partido.
El inicio había sido prometedor para el Millonario, que con carácter y solidez logró neutralizar al Verdao durante gran parte del primer tiempo. Incluso tuvo una chance clara para irse al descanso con más ventaja, aunque el marcador no se movió. Sin embargo, en el complemento llegó el baldazo de agua fría: Vitor Roque aprovechó una desatención en la zaga y puso nuevamente a los brasileños arriba en el global.
Desde ese golpe anímico, River perdió el control. La falta de precisión en la gestación y los errores en la mitad de la cancha lo dejaron expuesto a los contragolpes de Palmeiras. Sobre el cierre, apareció el Flaco López quien firmó un doblete para desatar la euforia paulista.
El final dejó bronca y desazón en el plantel millonario, que discutió con el árbitro Andrés Matonte y se marchó al vestuario con la sensación de que la oportunidad se le había escapado de las manos. Ahora, River tendrá que recomponerse rápidamente, ya que en pocos días disputará la final de Copa de la Liga ante Racing, un duelo que será clave para levantar el ánimo.
Más allá de lo que ocurra en el ámbito doméstico, la herida será difícil de curar. La Libertadores era el gran objetivo del 2025 y la eliminación frente a Palmeiras volvió a dejar en evidencia la distancia en jerarquía y templanza entre ambos equipos.





































































