Cada 8 de mayo se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Ovario, una fecha establecida por organizaciones de pacientes con el propósito de concientizar sobre este cáncer femenino, cuya tasa de supervivencia es baja debido a que su diagnóstico suele ser tardío
Desde 2013, el 8 de mayo es el Día Mundial del Cáncer de Ovario. En esta fecha, las organizaciones de lucha contra el cáncer se unieron para concienciar a la sociedad sobre el cáncer de ovario y sus síntomas y forjar un sentimiento de solidaridad en la lucha contra la enfermedad.
En Argentina, el cáncer de ovario es el quinto más común en las mujeres, con unos 2.300 casos nuevos por año, de acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer. Tiene en general un pronóstico poco alentador dado que el diagnóstico suele ser tardío, porque los síntomas aparecen tardíamente.
Se recomienda siempre la consulta regular al médico ginecólogo quien puede por el examen físico y distintos estudios complementarios hacer un diagnóstico precoz de la enfermedad.
Una enfermedad silenciosa
El cáncer de ovario es conocido como uno de los más silenciosos dentro de los cánceres ginecológicos. Los síntomas —hinchazón abdominal persistente, dolor pélvico, sensación de saciedad rápida, fatiga y cambios en el ritmo intestinal— suelen confundirse con molestias digestivas comunes. Esta falta de especificidad retrasa el diagnóstico y reduce las chances de un tratamiento efectivo.
Importancia de la detección temprana
La clave para mejorar la tasa de supervivencia está en la detección temprana. Si bien no existe un test específico de rutina como ocurre con el Papanicolau para el cáncer de cuello uterino, los chequeos ginecológicos regulares y una atención médica oportuna ante síntomas persistentes pueden hacer una gran diferencia.
Un llamado a la acción
Organizaciones médicas, instituciones públicas y agrupaciones de pacientes aprovechan esta jornada para difundir información, promover la investigación y recordar que la prevención comienza con la información.
En este Día Mundial del Cáncer de Ovario, el mensaje es claro: escuchar el cuerpo, hacerse controles y hablar abiertamente del tema puede salvar vidas.





































































