Gremios docentes y trabajadores de la salud realizarán medidas de fuerza en rechazo a la decisión del Gobierno de vetar las leyes de Financiamiento Universitario y de Emergencia Pediátrica
El presidente Javier Milei, vetó este jueves la Ley de Emergencia Pediátrica, que buscaba mejorar la salud del principal hospital pediátrico del país. Además, el veto del mandatario, un día antes, a la Ley de Financiamiento Universitario tendrá impacto significativo en los cerca de dos millones de estudiantes matriculados en las 57 universidades nacionales.
La norma, que buscaba aumentar los fondos estatales para estas instituciones y recomponer los salarios de docentes y personal no docente, fue rechazada por el Ejecutivo bajo la lógica de un ajuste fiscal que también golpea a la salud pública.
La decisión generó una ola de críticas y movilizaciones por parte de trabajadores y sindicatos, que denuncian un deterioro en las condiciones del sistema de salud público.
El decreto del veto, firmado por Milei y todo su gabinete, argumenta que la norma, aprobada por el Parlamento en agosto al igual que la ley sobre financiamiento de universidades públicas, implicaría un «impacto fiscal directo» de aproximadamente 80 millones de dólares, un costo que el Ejecutivo considera inviable.
Movilización y paro contra el veto presidencial
El rechazo a la medida no se hizo esperar, la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT) anunció una movilización para este viernes, en conjunto con la Asociación Gremial Docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y otros sindicatos. Además, los trabajadores llevarán adelante un paro que se extenderá desde el viernes hasta el domingo.
«Este veto, lejos de ser una señal de fortaleza, es un recurso desesperado de un Gobierno en crisis. La recomposición salarial es una necesidad urgente, pues continúan las renuncias y el vaciamiento hospitalario», expresó en un comunicado Alejandro Lipcovich, secretario general de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) Garrahan.
Los trabajadores denuncian que la falta de recursos y las condiciones laborales están llevando al colapso del hospital, un referente de la atención pediátrica en la región.