La Policía de Tailandia investiga la muerte de Rocío Leticia Gómez (39) que murió tras perderse durante su «bautismo» de buceo. Así se llama a la primera vez que se bucea en el mar.
El presunto accidente ocurrió en la isla Koh Tao, un popular destino del sur del país. Sus allegados hablan de «negligencia» y pidieron ayuda a la embajada argentina para que se esclarezcan los motivos de la muerte.
Por su parte, la escuela de buceo Pura Vida Koh, con varias sedes en distintas islas de Tailandia, emitió un extenso comunicado en Facebook en el que alega que «se cumplieron todos los estándares de seguridad y profesionalidad» y defienden al instructor, el argentino Nahuel Oscar, que está en el foco de la acusación.
El jefe de la Policía de Koh Tao, Phiyapong Boonkaew, explicó que están investigando qué ocurrió el 17 de diciembre, cuando Rocío participaba en su primer día de instrucción de buceo.
Según Pura Vida, la víctima se extravió en una inmersión junto con otro principiante, una buceadora con experiencia y el instructor.
Fue otro buceador quien encontró a la argentina, a unos 6 metros de profundidad y sin el regulador para respirar en la boca. Tras emergerla, le realizaron los primeros auxilios en el barco con ayuda de dos alumnos que casualmente eran médicos.
Rocío fue trasladada primero al hospital de la isla de Samui, cercana a Koh Tao, y luego a Bangkok, donde falleció cuatro días después, el 21 de diciembre. Según pudo saber Clarín, su padre autorizó desde Buenos Aires que sus restos sean cremados y esparcidos en el mar, algo que ocurrió el 28 de diciembre.