Un experto en recuperación de arte internacional dijo que «si no atrapan a los ladrones en 24 o 48 horas, las joyas desaparecerán»
El increíble robo ocurrido el domingo en el Museo del Louvre de París incluye joyas de valor incalculable. Entre ellas se encuentran un collar de esmeraldas engastado entre más de 1.000 diamantes regalados por Napoleón a su segunda esposa y otros tesoros de valor «inestimable».
Los asaltantes atacaron la Galería Apolo del Louvre, en el piso superior, que alberga las joyas de la Corona francesa, irrumpiendo en dos vitrinas de alta seguridad y robando nueve artículos, según un comunicado de prensa del Ministerio de Cultura de Francia.
Un objeto, una corona de oro adornada usada por la emperatriz Eugenia durante su reinado en el siglo XIX, fue recuperado cerca de la escena, dijo el ministerio.
El experto en recuperación de arte Arthur Brand afirmó que los ladrones robaron piezas importantes de la historia en lo que fue un «desastre nacional» para Francia.
«Es una gran pérdida». Dado que las piezas son tan reconocibles, dijo que los delincuentes probablemente las desmantelarán, venderán las joyas y fundirán el oro y la plata.
En la misma línea, Chirs Marinello, director ejecutivo de la organización Recuperación del Arte Internacional, indicó que el paso del tiempo es inversamente proporcional a las posibilidades de encontrar las joyas en estado original. «En estos momentos se está librando una carrera», declaró.
Las coronas y diademas robadas en el atraco pueden romperse fácilmente y venderse en pequeñas piezas, por lo que Marinello sostuvo que los ladrones «no las van a conservar intactas, las van a romper, fundir el metal valioso, recortar las piedras preciosas y ocultar las pruebas de su delito».

«La Policía francesa sabe que en las próximas 24 o 48 horas, si no se captura a estos ladrones, es probable que esas piezas hayan desaparecido», sentenció el experto.
Luego de pasado ese tiempo, detalló a la BBC, «puede que atrapen a los delincuentes, pero no recuperarán las joyas».