Argentina se retiró ayer del Grupo de Lima, creado en 2017 para buscar una salida a la crisis de Venezuela, tras argumentar que ha sido inútil para contribuir a resolver el conflicto interno en ese país, informó la cancillería del gobierno del presidente Alberto Fernández.
Esta decisión fue celebrada por el régimen de Nicolás Maduro y en diversos medios de comunicación chavistas, desde las cadenas TeleSur y AnTV hasta la agencia AVN y el periódico Ciudad CCS, entre otros, se transmitió ese regocijo por la nueva señal de presunto alineamiento del gobierno argentino.
El Grupo de Lima, formado en 2017 en la capital peruana durante la gestión de Mauricio Macri, exige la liberación de presos políticos y elecciones libres. En 2019, este grupo multilateral reconoció al opositor Juan Guaidó como presidente encargado del país caribeño.
Respecto a la decisión del Gobierno argentino de abandonar el Grupo de Lima, el canciller Felipe Solá indicó este jueves que «fue formalizar algo que venía ocurriendo desde diciembre de 2019», y dijo que «no hay ningún cambio» en la «posición internacional» de la Argentina «ni respecto de Venezuela ni de Estados Unidos».
«Le hemos comunicado al Departamento de Estado que no había cambios en nuestra relación con Venezuela ni con Estados Unidos, se lo comunicamos claramente», manifestó.
«Reiteramos que la mejor manera de ayudar a los venezolanos es facilitando que haya un diálogo inclusivo que no favorezca a ningún sector en particular, pero sí a lograr elecciones aceptadas por la mayoría con control internacional. Es claro que no pueden las autoridades venezolanas desconocer, sin embargo, que producir las condiciones para un diálogo que resulte productivo es primordialmente su responsabilidad», expresó la Cancillería que encabeza Felipe Solá.