Jubilados y organizaciones sociales realizaron una masiva marcha frente al Congreso de la Nación para manifestar el rechazo al veto presidencial de la Ley de Movilidad Jubilatoria. Como consecuencia, hubo tensión en la Ciudad de Buenos Aires y enfrentamientos con las fuerzas policiales
Una serie de incidentes se registraban en las inmediaciones del Congreso durante una nueva movilización de jubilados en rechazo del veto del presidente Javier Milei a la ley que establecía el aumento de esos haberes.
El tránsito permanecía interrumpido en la avenida Rivadavia, donde se produjeron incidentes entre la Policía Federal y los manifestantes, que estuvieron acompañados por el Polo Obrero, Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), la UTEP y el Movimiento Evita, entre otras organizaciones.
La concentración de hoy se une a las habituales reuniones de jubilados que se realizan todos los miércoles en Plaza Congreso, pero esta vez con una carga especial debido al veto presidencial.
Las agrupaciones piqueteras, encabezadas por el Polo Obrero, decidieron desafiar las advertencias del Ministerio de Seguridad, dirigido por Patricia Bullrich, quien había asegurado que no toleraría cortes de calles ni interrupciones del tránsito.
Las primeras confrontaciones se registraron en la esquina de Combate de los Pozos y Rivadavia, frente al anexo de la Cámara de Diputados. La tensión se incrementó cuando los manifestantes intentaron cortar la calle y la Prefectura Nacional intervino para evitarlo. El enfrentamiento incluyó empujones y corridas, aunque la situación se calmó luego de unos minutos, la tensión persiste en la zona.
Entre las principales demandas de los manifestantes se encuentran la derogación del veto a la Ley de Movilidad Jubilatoria, un aumento de emergencia de $900.000 para los jubilados, y la restitución de medicamentos gratuitos por parte de PAMI. Estas exigencias movilizaron a miles de personas que consideran que las medidas del gobierno atentan contra los derechos adquiridos por los jubilados.
La protesta de hoy no solo visibiliza el descontento con las políticas de Milei, sino que también pone en evidencia la creciente polarización en Argentina. Dirigentes de la oposición, junto con legisladores de izquierda, se unieron a la marcha, lo que agrega un componente político significativo a las demandas sociales expresadas en la movilización.