El encuentro fue suspendido tras la invasión de hinchas al campo de juego. Hay un carabinero imputado y renunció la jefa de Estadio Seguro
El encuentro que protagonizaban Colo Colo de Chile y Fortaleza de Brasil por la segunda fecha de la Copa Libertadores fue suspendido a los 70 minutos luego de que ultras del elenco chileno invadieran el campo de juego en reclamo por los serios incidentes previos en las adyacencias del Estadio Monumental David Arellano de la ciudad de Santiago.
En ese marco ocurrió la tragedia, una avalancha generada por las personas que intentaron ingresar al estadio, ocasionó la muerte de un nene de 13 años y una joven de 18 años que quedaron apretados contra las rejas, mientras la barrabrava se enfrentaba con los carabineros chilenos. Al advertir lo ocurrido, uno fue trasladado en la ambulancia de la policía y otro en la unidad del servicio de emergencia del estadio, pero ambos murieron en la Clínica Bupa, cercana al estadio, producto de las lesiones.
La Justicia chilena analiza las cámaras y ordenó múltiples operativos policiales para determinar las responsabilidades que correspondan y poder individualizar a los responsables.
La primera consecuencia política de la tragedia fue la renuncia de la funcionaria Pamela Venegas, jefa del programa Estadio Seguro.
En tanto, fue imputado el carabinero presuntamente vinculado a la muerte de las dos personas y se trata del conductor del carro lanza gases que habría tratado de controlar la estampida de hinchas que intentaban ingresar por la fuerza al estadio. Según detalló el Ministerio Público, se investiga si el vehículo policial tuvo una participación directa en los decesos, tras aparentemente pasar por encima de una reja perimetral en la que había dos hinchas atrapados, pero el carabinero no fue detenido.