El juicio oral contra las dos acusadas de abusar y asesinar a Lucio Dupuy en La Pampa comenzará el próximo jueves 10 de noviembre y Magdalena Espósito Valenti, mamá del nene de cinco años, y su pareja, Abigail Páez, podrían ser condenadas a prisión perpetua.
Este crimen provocó un sinfín de relatos y sufrimientos que Lucio padeció desde temprana edad por parte de su madre y la pareja de ésta, mientras que las pericias psicológicas y psiquiátricas revelan que ambas mujeres cometieron el asesinato por «odio al sexo masculino».
El debate se extenderá hasta el 23 de diciembre donde se escucharán los alegatos, recién en febrero se conocerá el veredicto, durante el proceso se espera la declaración de entre 60 y 80 testigos a puertas cerradas.
Ambas mujeres se encuentran detenidas en la Unidad N°1 de San Luis luego de ser trasladadas por las agresiones sufridas por otras reas en la comisaría de La Pampa.
«Estamos desesperados, queremos que todo sea lo más rápido posible», expresó con tristeza Ramón Dupuy, abuelo de Lucio.
Con el resultado de las pericias realizadas a las mujeres y la revelación de informes sobre el padecimiento que sufrió el menor durante años, se indicó que Valenti está acusada de «homicidio triplemente calificado por el vínculo y con ensañamiento y alevosía. Abuso sexual gravemente ultrajante por su duración y formas concretas de realización y con acceso carnal vía anal, triplemente agravado por ser la madre de la víctima».
En tanto, Páez está imputada por «homicidio doblemente agravado y abuso sexual agravado» y las dos detenidas no comparten defensor por «incompatibilidades», por lo cual hay un mecanismo de culpabilidad diferente.
Lucio Dupuy fue asesinado el 26 de noviembre de 2021 en La Pampa. Durante toda la investigación se pudo revelar el calvario que sufrió el menor en mano de las dos detenidas, como por ejemplo, duras penitencias, golpes, amenazas, presiones psicológicas, abusos sexuales y hasta corte de sus genitales por mordeduras.
Las pericias telefónicas también revelaron detalles escalofriantes: «Falta de comida, hacerlo pasar frío, penitencias interminables contra una pared, golpes de puño en la panza que le provocaban vómitos continuos, golpes en la cara que le provocaron lesiones visibles, amenazas respecto de que no podía contar a nadie lo que vivía si no será peor, no mandarlo al jardín por dos motivos: primero para que no vieran las maestras y segundo como forma de endilgarle castigo, ya que disfrutaba de ir al jardín».
Pese a las señales que el niño daba en el jardín y el pedido desesperante del papá para obtener la custodia de su hijo que padecía violencia física y psicológica, la Justicia se hizo a un costado y Lucio fue asesinado en manos de su mamá y su pareja.
«En esos mensajes se puede leer cómo Lucio era una molestia para Abigail y Magdalena y todo el tiempo pensaban cómo quitarlo de sus vidas para que no arruinara su relación de pareja y, según ellas, sus peleas y discusiones las motivaba Lucio», detallaron los fiscales de la causa.
A pesar de la condena que podrían recibir las asesinas, la familia de Lucio continúa buscando explicaciones para el brutal crimen y el sometimiento que padeció el niño durante años: «La perpetua nos daría un poco de alivio, pero en paz voy a estar cuando no haya más Lucios», sostuvo Ramón.