El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se dirige al pueblo francés tras reunirse con políticos locales y nacionales, sindicatos y líderes empresariales para escuchar sus preocupaciones tras un fin de semana de protestas violentas en el país.
El jefe de Estado anunció que subirá en cien euros el salario mínimo de los franceses y que bajará impuestos a los pensionistas y a los trabajadores, en un discurso en el que trató de responder a las demandas del movimiento de protesta de los «chalecos amarillos».
Macron reconoció que sus palabras «han herido a algunos» en el pasado y consideró justificado el descontento que ha provocado las protestas, por lo que anunció que decreta un «estado de emergencia económico y social» para hacerle frente.
Durante las manifestaciones en Francia, el lema más coreado por los Chalecos amarillos fue: «Macron dimisión». El movimiento social de los Chalecos amarillos comenzó con los altos precios del combustible, pero desde entonces se convirtió en una crisis de poder adquisitivo y desigualdades.
Las protestas del sábado pasado se volvieron violentas, especialmente en París, donde los fuertes enfrentamientos entre la policía y los manifestantes provocaron el incendio de automóviles y edificios, la destrucción de tiendas, hubo saqueos, despliegue de gases lacrimógenos y cañones de agua.
Fuente: euronews.