La Organización Mundial de la Salud (OMS) respondió a las versiones que indican que el coronavirus causante del COVID-19 se originó en un laboratorio de China al confirmar que este patógeno «tiene origen animal», contrariamente a lo que afirma desde hace días el Gobierno de Estados Unidos.
«El coronavirus circula de forma ancestral entre los murciélagos, es algo que sabemos basándonos en la secuencia genética de este virus. Lo que necesitamos entender es cuál ha sido el animal que actuó como intermediario, es decir que fue infectado por los murciélagos y lo transmitió al humano», sostuvo la jefa del Departamento de Enfermedades Emergentes de la OMS, María Van Kerkhove.
«De toda la evidencia que hemos visto de todas las secuencias genéticas que están disponibles, y creo que hay más de 15.000, este virus tiene un origen natural», dijo Van Kerkhove en una conferencia de prensa virtual.
La versión oficial de las autoridades chinas es que el virus estaba alojado en algún animal salvaje destinado al consumo en el mercado de pescados y mariscos de Wuhan, la ciudad china donde comenzó la pandemia.
Esta hipótesis es opuesta a la que postula Estados Unidos. En efecto, el secretario de Estado de ese país, Mike Pompeo, afirmó este domingo que su país tiene «pruebas» de que el virus fue creado en un laboratorio de Wuhan.
Lo cual fue respondido por el director de Emergencias Sanitarias de la OMS, Mike Ryan, quien ratificó: «Desde nuestra perspectiva, esto es especulativo y, como cualquier organización que se basa en evidencias, nos gustaría mucho recibir cualquier información relativa al origen del virus; nosotros nos concentramos en lo que sabemos, en la evidencia que tenemos y que nos indica que el virus tiene origen animal», cerró Ryan sin dar lugar a la teoría encabezada por Estados Unidos.