España abrirá sus fronteras a los países del espacio Schengen de la UE el 21 de junio, con la excepción de Portugal, que lo hará el 1 de julio, según anunció este domingo el presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, quien recordó que a partir de entonces desaparecerá también la obligación de cuarentena para los viajeros.
Sánchez explicó a través de una rueda de prensa, la decisión de su Ejecutivo de adelantar al próximo domingo la apertura de fronteras para los países europeos, previstas hasta ahora para el 1 de julio.
Esa será la fecha en la que las fronteras se abrirán a terceros países «seguros», es decir a aquellos que estén incluidos en una lista que será consensuada a nivel europeo.
Para formar parte de esa lista, Sánchez precisó que se deberán cumplir tres requisitos: El primero de ellos será la situación epidemiológica del país, que tendrá que ser análoga o mejor que la de la Unión Europea (UE). Cumplir con ciertas condiciones sanitarias en origen, trayecto y destino, será la segunda condición y además, en tercer lugar, tiene que haber reciprocidad, es decir que esos países deberán aceptar también a los pasajeros procedentes de la UE.
«Queremos que turismo y seguridad sanitaria vayan de la mano. Turismo, sí; intercambio, sí; apertura, sí. Seguridad y salud, también», recalcó el presidente del Gobierno español, quien recordó la importancia del sector turístico, primer motor de la economía, que supone el 12% de su Producto Interior Bruto del país.
Cabe recordar que España decretó el cierre de fronteras terrestres el pasado 16 de marzo, en plena explosión de la pandemia.
Turismo con seguridad sanitaria
El primer experimento de apertura al extranjero comienza no obstante mañana, en las islas mediterráneas de Baleares, con un proyecto «piloto» que implicará la llegada al archipiélago en los próximas dos semanas de 10.900 turistas alemanes, adelantó Sánchez.
Los viajeros, entre los que además de turistas habrá alemanes con segunda residencia en Mallorca, que hasta hoy tienen vedado el acceso a la isla, deberán rellenar en el avión un cuestionario de salud y someterse a su llegada a un control de temperatura.
Además, tendrán que facilitar su teléfono y lugar de alojamiento para que personal del Gobierno regional balear realice un seguimiento de su estado de salud durante su estancia.
Esta experiencia permitirá verificar las medidas de seguridad que se aplicarán en esta temporada turística y aprender para los próximos meses, indicó Sánchez, que calificó apertura de las fronteras como un momento «crítico».
«Queremos que nuestro país, que ya es reconocido como destino turístico de calidad, ahí están las cifras, sea reconocido además como destino turístico de seguridad. De seguridad en las calles y de seguridad sanitaria», remarcó.
La progresiva apertura del país se apoya en los datos positivos ofrecidos diariamente por las autoridades sanitarias.
Según los datos oficiales de este domingo, España sumó su octavo día consecutivo sin muertes por coronavirus, por lo que el total de decesos desde el inicio de la pandemia se mantiene en 27.136, mientras que los contagios registrados en las últimas 24 horas fueron 48 frente a los 130 de ayer sábado.