Cada 11 de octubre se celebra el Día Mundial del Dulce de Leche, propone rendir tributo a una de las delicias nacionales, reconocida como Patrimonio Cultural Alimentario y Gastronómico de la Argentina.
El Centro Argentino de Promoción del Dulce de Leche y Afines determinó la fecha, que en el mundo es conocida como el «World Dulce de Leche Day».
El dulce de leche argentino se elabora a base de leche de vaca, azúcar, esencia de vainilla y bicarbonato de sodio. Existe en muchos países con variedad de nombres como Doce de Leite, Milk Sweet, Confiture de Lait, Radaby, Fanguito y Cajeta.
Se trata de uno de los productos estrella en los hogares argentinos: según las últimas estadísticas del sector, en el país se producen 140.000 toneladas de dulce de leche anuales y cada argentino consume 3,5 kilos de dulce de leche al año.
Diferentes países se atribuyen su invención, a través de diversas leyendas, aunque no hay un origen definido. En la historia de nuestro país, la leyenda cuenta que todo comenzó el 24 de junio de 1829 cuando el general Juan Lavalle y el general Juan Manuel de Rosas firmaron el «Tratado de Cañuelas» con el objetivo de terminar la sangrienta batalla entre compatriotas.
El 17 de julio, Lavalle llegó a la estancia de su antiguo enemigo Rosas, para terminar de arreglar cuestiones pendientes. Cansado por la larga cabalgata, Lavalle se tiró a descansar cerca de la cocina donde las mujeres de servicios estaban preparando «lechada» (leche con azúcar caliente para el mate). Al no darse cuenta, se olvidó la mezcla en el fuego por largo rato y se convirtió en dulce de leche.