Ocurrió en la noche del lunes, cuando un Airbus 320 que despegó del Aeropuerto Taravella con destino a Santiago de Chile, debió aterrizar de emergencia porque el granizo le ocasionó daños en el parabrisas.
La aeronave aterrizó en el mismo aeropuerto, con el vidrio roto. Por fortuna, no se registraron complicaciones mayores y no hubo heridos.
El hecho quedó sólo en un susto por la tormenta y el vuelo se reprogramó para hoy.