El príncipe saudí Mohamed bin Salman, llegó a la Argentina este miércoles en medio de la polémica por las sospechas de haber incitado el asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi, entre otras acusaciones.
Bin Salman llegó al aeropuerto de Ezeiza procedente de Túnez y fue uno de los primeros líderes en arribar al país para participar de la Cumbre del G-20 el viernes. Fue recibido por el canciller Jorge Faurie, luego partió hacia la embajada saudita en una caravana de autos.
El heredero del trono de 33 años y gobernante de facto de Arabia Saudita, está en la mira desde el asesinato del periodista Khashoggi el 2 de octubre dentro del consulado saudita en Estambul.
Ayer, antes de la llegada de Bin Salman, la organización no gubernamental estadounidense Human Rights Watch pidió a la Justicia de nuestro país iniciar una causa penal contra el príncipe heredero de Arabia Saudita. La ONG internacional con sede en Nueva York solicitó que los tribunales argentinos intervengan de acuerdo al principio de justicia universal que reconoce la Constitución por tratarse de «crímenes de lesa humanidad de trascendencia internacional».
Acerca del periodista asesinado, Turquía dijo que el crimen fue ordenado desde «las más altas esferas» de la monarquía saudita, aunque sin acusar directamente al príncipe, y se ha quejado de que Arabia Saudita no colabora en la investigación todo lo que debería.
En tanto, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) concluyó que Bin Salman ordenó el asesinato, de acuerdo con la prensa estadounidense. Lo concreto es que el presidente Donald Trump rebatió las acusaciones y advirtió que la Inteligencia de su país no había llegado a ninguna determinación concluyente.