El Papa Francisco convocó entre el 21 y el 24 de febrero, a los presidentes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo en una cumbre sin precedentes, donde se tratarán los casos de abusos sexuales en el seno de la Iglesia.
En la misma línea, el Pontífice les pidió a los máximos responsables de las Conferencias Episcopales que visiten a las víctimas de abuso sexual como paso previo a la preparación de este encuentro.
En una misiva remitida a cada uno de ellos, Francisco explicó que el objetivo de que visiten a las víctimas es que aprendan «de primera mano el sufrimiento que han soportado».
Desde esta perspectiva, para el Papa estos encuentros personales son una «forma concreta» de reafirmar que los supervivientes del abuso clerical son la «prioridad» en la mente de todos durante el encuentro de febrero, a medida que se unen en «solidaridad, humildad y penitencia» para avanzar en la crisis de los abusos.