El Gobierno busca enviar al Congreso el nuevo Régimen Penal Juvenil que tiene como novedad una baja en la edad de imputabilidad. Así, de 16 años pasará a 15 para los delitos más graves.
El oficialismo intentará reunir consenso con la oposición para aprobarlo durante las sesiones extraordinarias de febrero.
La modificación de la actual normativa fue un pedido que Mauricio Macri les había hecho sus asesores en materia de Justicia en 2017 y que quedó postergado por la campaña Legislativa de ese año. Pero ahora, con la baja repercusión negativa que tuvo la implementación de las pistolas Taser en aeropuertos y trenes, el proyecto recobró impulso.
Al respecto, en el Gobierno hablan de un “cambio cultural” que permite plantear algunos debates que, años atrás, generaban prurito a la clase política.
La información fue confirmada por altas fuentes oficiales. Además, según consigna Clarín, informaron que el tema estuvo sobre la mesa en el almuerzo que compartieron los ministros en Casa Rosada y que fue encabezado por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, ante la ausencia del Presidente por encontrarse de vacaciones.
Fue, precisamente, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien habló del tema en el cónclave del viernes junto a Germán Garavano. La funcionaria, que pretendía que la edad de imputabilidad bajara a 14 años, le había dado su conformidad al ministro para que quede en 15 años, porque, según cuentan cerca suyo, entiende que lo mejor es que salga un proyecto que reemplace a la Ley 22.278, vigente desde 1980, en plena dictadura.
Salvadas las diferencias internas, y teniendo en cuenta que se trata de una baja de imputabilidad más moderada que la prevista inicialmente, el oficialismo aspira a lograr un consenso para avanzar en el Congreso.