Tras dieciocho años de los acontecimientos ocurridos en 1918, el Dr. Deodoro Roca finalmente expresaba en público sus inquietudes y dudas respecto a aquél hecho que tuvo repercusión a nivel internacional y mucho más impacto.
El comienzo de la década de 1930 marcó una iniciación de golpes militares, de hecho el país aún se veía asumido en el pensamiento conservador. Y –tras estos hechos– Roca mostraba una preocupación y dudas por saber ¿Qué pensaban los cordobeses?, ¿qué había cambiado en la mente respecto a aquellos acontecimientos?, por ello decide redactar una encuesta promovida desde la revista FLECHA N° 14 del mes 15 de junio y N° 17 del 10 de agosto, de cual era director. Éstas preguntas iban dirigidas especialmente a 150 personas de la cuales tuvieron un papel destacado, incluyendo al periódico «Los Principios» firme opositor cuyo director de entonces era el Sr. Segundo Dutari Rodríguez, e incluyéndose así mismo.
Estas consultas eran ¿Qué fue la reforma universitaria?, ¿qué no alcanzó?, ¿no pudo ser?, ¿qué es y lo que será? y ¿cuáles eran las semejanzas y diferencias entre el profesor y estudiante de 1918 y 1936?.
Para «Los Principios» el movimiento del ’18 había sido sólo un motín político-izquierdista, inspirado por agitadores profesionales que pretendían escalar posiciones en la Universidad, aprovechando por inescrupulosos políticos y coreado por niños indóciles, jovencitos divertidos y estudiantes crónicos envejecidos en la contemplación de las tapas de los libros y en otros entretenimientos juveniles impublicables. No alcanzó seriedad y dignidad. No pudo ser nada útil, mientras que el estudiante de aquella época había sostenido que el de 1936 se había dado cuenta de la realidad, y que los profesores de entonces eran tan conservadores que en 18 años no había cambiado una letra y sus lecciones… Evidentemente era una crítica fuerte para aquellos reformistas del ’18, y quienes desempeñaban al frente de las cátedras de 1936.
En tanto Roca se auto respondía redactando que (…) «La Reforma ha encumbrado personas y personajes. Ha derribado ídolos e idolillos. Todos tienen su reforma. Unos hablan con tonada y otros sin tonada. Unos viven nostálgicos en el pasado de la revolución universitaria, otros en la “punta del agua” en renovada superación. Se han escrito gruesos libros. Unos hablan del “18”, otros del “22”, del “28”, del “32”, del “36”. ¿Qué es todo esto?, ¿Es una corriente o es un departamento de Museo con muestrarios y fichas?, ¿Es una cosa muerta o es cosa viva?.».
Así mismo afirmaba que la Reforma del 18 era historia viva y que los adversarios sólo oían el ruido de unos vidrios rotos y, que de ello, se lamentaban unos cuantos obispos desvanecidos… Y amplió esta respuesta en una entrevista realizada por el diario «Los Principios» del 15 de junio de 1936:
(…) «En la Universidad del ’18 atizaban el fuego un fraile. En la de 1936, la sección Especial de la policía de Buenos Aires, la “okrana” Argentina. El estudiante de 1918 tenía frente a sí las cóleras divinas; excomunión y anatema. Entonces herían, estremecidas las campanas. El estudiante de 1936 tiene frente a sí la Sección Especial y la Cárcel de Villa Devoto. El problema universitario se ha tornado para el Estado, un problema de policía…» Y tras de realizar aquellas encuestas, Roca clausura la revista en el mes de agosto.
En fin, casi todos habían coincidido en señalar que si bien la Reforma fue la expresión de un movimiento juvenil contra el atraso de la Universidad también llevó implícito la tentativa de estructurar a través de la misma un nuevo estado de cosas.
De un modo u otro el fantasma de la Reforma siempre estaba vigente, por ello las inquietudes del Dr. Roca, ¿Qué pasará en el futuro con la Universidad de Córdoba? se preguntaba…, a esto le añadimos un concepto más amplio ¿qué pasará con las instituciones educativas del país?, ¿se renovarán o conservarán sus antiguas costumbres a punto tal de convertirse en una burbuja que detiene y atrasa el progreso?. Y la respuesta a esto lo dejaba en claro el periódico «La República», 14 y 15 de marzo de 1918: (…) “Reformarse es vivir. La Universidad de Córdoba está aletargada con sus prejuicios y tradiciones. Viva la lucha de nuestras reformas”.
Autor: Federico G. Bordese