La medida de fuerza, que empezó el martes, se mantiene debido al distanciamiento de las posiciones entre los representantes de los trabajadores y de las empresas. Las terminales portuarias están paralizadas
El paro de trabajadores aceiteros cumple este viernes el cuarto día y mantiene paralizados todos los puertos, en reclamo de una oferta salarial superadora a la que ofreció la industria hasta septiembre. Las negociaciones entre las partes están suspendidas y por ahora no hay voluntad de pedir la conciliación obligatoria.
El impacto empieza a sentirse en un rubro clave de la economía que genera divisas. El jueves solo ingresaron 396 camiones, una baja del 85%, a las terminales portuarias del Gran Rosario, donde el promedio de la semana pasada, cuando no había conflicto, era de 2600 vehículos.
El paro fue dispuesto por el Sindicato de Aceiteros de San Lorenzo (SOEA) y la Federación de Trabajadores de ese sector, cumplió 72 horas y, hasta el momento, las dos partes se mantienen firmes. El jueves a la noche, los gremios definieron extender el paro, que hoy cumple cuatros días.
Los gremios reclaman un incremento del 25%, un planteo que las empresas rechazan pagar. En el medio está el impuesto a las Ganancias, que es lo que disparó el conflicto, porque los salarios que perciben los operarios del sector van a sufrir descuentos por este tributo y buscan una compensación de parte de las compañías.
Desde el lado de la industria, responsabilizaron a los líderes sindicales «que tomaron medidas de fuerza intempestivas, sabiendo que nadie podía evitar que colapsen las rutas y las terminales. El daño económico a miles de transportistas y vecinos es absolutamente mayor a cualquier pretensión salarial real», argumentaron desde la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).
Qué dijeron desde el Sindicato de aceiteros
El secretario general del Sindicato Aceitero y paritario en la negociación salarial, Marco Pozzi, precisó en las últimas horas que «la discusión del sueldo viene desde hace un mes», detallando que «pedimos $1.550.000 de salario mínimo y vital para cubrir las necesidades a partir de julio», mientras que «las empresas vinieron con una propuesta después de 3 reuniones que realmente era muy baja y no llegaba a $1.400.000».
En diálogo con el programa Buenos Días Splendid por AM 990, expresó que «el martes a las 6 de la mañana iniciamos una huelga, que seguirá en el día de hoy, porque no hay ningún acercamiento» y sostuvo que «seguiremos discutiendo hasta que aparezca el número», aclarando que «jamás hicimos ni haremos bloqueos».
En la misma línea, Pozzi rechazó que el sector esté en crisis y aseguró que «las empresas son las grandes ganadoras de este modelo, no los trabajadores», remarcando que «nuestro salario representa menos del 1,5% de la ganancia de las empresas».
Asimismo, indicó que «no es que hubo reducción» de la actividad sino que «es un freno por la especulación, no por falta de trabajo o materia prima» e insistió en que «no hay crisis dentro del sector», manifestando que las industrias «lo que buscan es una mejora en términos de divisas».